"Creo en el rol fundamental de la danza, la música y las artes visuales como herramientas de transformación para los individuos y sus vínculos. Estoy profundamente interesada en la noción de cuerpo que despierta el contacto físico en el acto de bailar."
Andrea Uchitel nació en Buenos Aires. Es Doctora en Biología (UBA, 2008), bailarina y profesora de Tango especialmente enfocada en la transmisión de su forma de danza social y profesora certificada de la Técnica Alexander (ETABA, becada por Fondo Metropolitano de las Artes, GCBA). Actualmente es docente en la Diplomatura de Tango de la UNTREF, el Centro Cultural San Martín y en su propio estudio en el barrio de Caballito. Durante la pandemia 2020/21 sus actividades pasaron a ser virtuales posibilitando nuevos destinos.
Paralelamente a su formación científica indagó en las artes del movimiento. Se acercó profundamente al tango. Se formó y trabajó en la escuela de Susana Miller y fue parte del grupo de asistentes de Carlos Gavito. Otros maestros influyentes fueron El Tete Rusconi, Cacho Dante, Pocho Carreras, Osvaldo y Coca Cartery, Alberto Dassieu, Ricardo Viqueira, Muma, Pocho Carreras, Osvaldo y Coca Cartery, Alberto Dassieu, Ricardo Viqueira, Julio Balmaceda y Corina de la Rosa, entre otros. Desde 2002, dicta clases en Buenos Aires y otras ciudades de la Argentina (La Plata, Necochea, El Bolsón, Rafaela) y seminarios en Europa (Paris, Amsterdam, Amberes, Berlin, Osnabruck, Lisboa, Oporto...), Canada (Vancouver) y Latinoamérica (Quito, México DF, Xalapa, Mérida) y reciéntemente agregó destinos Sudáfrica (Johannesburgo, Durban).
Complementa sus estudios tangueros con diversas prácticas somáticas y de improvisación. Desde 2005, Andrea practica Contact Improvisation con maestros argentinos: Cristina Turdo, Gustavo Lecce, Andrea Fernandez, Vanina Goldstein, e internacionales: Nancy Stark Smith, Ray Chung, Martin Keorgh, Ralf Jaroschinski, Daniela Schwartz y Eckhard Müller, Camillo Vacalebre, Asaf Bachrach. Estudió Expresión Corporal en el Departamento de Artes del Movimiento del UNA, y profundizó en composición e improvisación con Gabriela Prado, José Campitelli, Diego Mauriño, Ana Frenkel, y maestros internacionales como Lisa Nelson, Angus Balbernie, Nina Dipla, Ana Frenkel, KJ Holmes. Conjuga esta experiencia acercándose a la Educación Somática con prácticas como Eutonía, Feldenkrais y especialmente la Técnica Alexander. En 2015 le otorgan un subsidio de Fomento para la danza, Fondo Metropolitano de las Artes (GCBA) para su formación como profesora de Técnica Alexander en ETABA - STAAT. En estas prácticas encuentra herramientas fundamentales para enseñar a bailar en el abrazo.
Desde 2008, dedicada por completo a la enseñanza del tango y a la investigación en arte, orientada específicamente al estudio del cuerpo y del movimiento, logró diseñar y formalizar una pedagogía específica que llama “Mecánicas del Abrazo”. Información anatómica, sensorial y kinética es usada para explorar el uso del cuerpo al bailar en el abrazo, conectando aspectos técnicos del movimiento con la esencia del tango social. Una forma diferente de aprender a bailar tango cuyo objetivo es facilitar el desarrollo de la danza de cada uno para una integración confiada en las milongas de Buenos Aires y el mundo. En 2020, publicó su primer libro “Bailar tango. Mecánicas del abrazo”, Ed. Segunda en papel, que sintetiza su abordaje, brinda herramientas prácticas y da comienzo a una nueva instancia para compartir y abrir la investigación. ISBN 978-987-86-3306-0.
Continuamente desarrolla distintos proyectos colaborativos e interdisciplinarios alrededor del tango junto a otros bailarines y músicos, artistas plásticos y científicos. En 2008, Andrea creó La Huella de tu Abrazo, una instalación performática interactiva que combina elementos de las distintas disciplinas del arte con la participación del público. La realización de esta obra se extendió durante más de diez años creando diversos equipos colaborativos en jornadas de experimentación e intercambio. La obra despierta en el espectador-interactor, la conciencia del rastro que deja su propio abrazo y revela en su estética intimista y solo en apariencia simple, la belleza y sensualidad de la danza. Se ha presentado en prestigiosos espacios de Buenos Aires y Europa y Latinoamérica. En 2010, recibió un subsidio del Instituto PRODANZA y el apoyo de la Alianza Francesa de Buenos Aires. En 2011 recibió el auspicio del Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y ganó el concurso “Espaciar los sentidos” del Instituto Nacional de Artes. Una propuesta que contempla la integración e intercambio con artistas locales así como seminarios de tango para la comunidad ha sido diseñada para continuar diseminando esta experiencia de creación colectiva a nivel nacional e internacional.
Andrea es parte de varios otros proyectos culturales colectivos, destacando la producción de los eventos “Domingos de Tango en el Bar Notable, El Viejo Buzón”, organizado desde 2014 hasta la actualidad con un equipo interdisciplinar compuesto por bailarines, músicos y otros artistas invitados al ciclo. Desde 2018 co-organiza junto a Analía y Vega y de manera colectiva, un ciclo de encuentros de “Tango y Educación Somática” junto a maestros de distintas disciplinas del área. Actualmente continúa sobre esta línea de trabajo e investigación junto a un equipo de docentes, comprometidas con explorar y trabajar en cooperación para el desarrollo de calidad de una capacitación en Educación Somática para docentes de Tango. En 2021, participó del origen de Autoras Tangueras, un colectivo de mujeres que han logrado compartir a través de la publicación de libros, todos muy especiales, sus puntos de vista y estudios sobre el género tanguero en muy diversas áreas.
"Luego de este recorrido de más de veinte años y con un valioso bagaje de información transdisciplinar, que ha nutrido mi desarrollo personal y profesional como bailarina y como docente, sigo profundizando investigando y encontrando nuevas formas de enriquecer, compartir y democratizar esta información y experiencia. Los encuentros e intercambios con estudiantes, bailarines y docentes siguen siendo un gran laboratorio, de experiencias profundas y descubrimientos maravillosos”